Muchas personas nacen o se hacen ignorantes.
Niegan la existencia de todo ser y de hasta ellos mismos.
Se niegan a saber los grandes misterios que oculta el universo
y se niegan a vivir.
Solo se preocupan de ellos mismos
y de situaciones mundanas.
De rojas y verdes manzanas,
y sobre las mañanas soleadas o nubladas.
Me rebienta esta estupida gente.
Me saca de quisio saber que existe este tipo de gente,
pero sin ellos nosotros no seríamos filosofos, soñadores o raros,
seríamos gente común y corriente.
Les doy vida y muerte a la vez.
Los deseo y los aborrezco.
Pero ya fue, que exitan esta vez.
Aunque nada dura como la vida de un pez.
Los necesito para ser la oveja negra del rebaño,
para sentir indiferencia de los demás,
para sentirme solo y despreciado.
Para vagar en está rara e insolita tierra.